Venir a Ibiza de vacaciones merece disfrutar del mar y de la playa en todo su esplendor. El Puerto de San Miguel es un lugar muy recomendable para practicar deportes acuáticos de cualquier tipo ya que, al estar resguardado en una bahía natural, está al abrigo de corrientes. En la playa se pueden encontrar diversas actividades como velomares, canoas paddle surf o incluso barcas con motor y llaüt, un barco típico ibicenco.
La bahía del puerto incluye varias calas de diferentes características para visitar. Por un lado, está la más grande y la primera, el Puerto de San Miguel, es la que más arena tiene, idónea para disfrutar en familia y con todo tipo de actividades para elegir. Las hamacas tienen un precio de 8 euros para pasar el día y a partir de ahí, solo hace falta disfrutar. Los velomares son la mejor opción para explorar la zona en familia . Con su tobogán harán las delicias de los más pequeños por 20 euros la hora. Las canoas y los paddle surf son otra opción para quien tenga ganas de practicar un poco de deporte y para moverse más ágilmente. Ambos tienen un precio de 20 euros por hora y son una opción fantástica para bordear la costa.
Una excursión diferente y personalizada en barco
Otra opción pueden ser los barcos con o sin patrón. Existe la opción de alquilar una lancha motora para ir más cómodos de un lugar a otro e incluso, si hay suerte, encontrar un lugar apartado para atracar y disfrutar de las rocas de la bahía o bucear. Por último, para lo que busquen algo más pintoresco existe la opción de alquilar un barco tradicional ibicenco, llaüt, para hacer una excursión en familia. Dependiendo de la duración de la excursión se pueden hacer recorridos más personalizados y a partir de ahí se ajustaría el precio.
Muchas calas en una sola bahía
A pocos minutos a pie de esta playa se encuentra una mucho más pequeña pero muy pintoresca, Caló des Moltons. Como un pequeño oasis entre las rocas y varias casetas de pescadores tradicionales. No tiene arena, pero es un lugar muy recomendable para visitar y bucear.
Por último, al otro lado de la bahía se encuentra Es Pas de s’Illa, una pequeña cala con vistas sobre el Puerto de San Miguel. El acceso se puede hacer tanto en lancha como en coche o caminando por el bosque. Está más alejada, pero vale la pena descubrirla e incluso comer en su chiringuito.
El Puerto de San Miguel, una bahía y mil actividades.
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